lunes, 4 de mayo de 2009

Guía de Lectura Nº 1

1. ¿En qué nociones se asienta la idea que el medio radiofónico cuenta con especificidades particulares?
El medio radiofónico tiene, al igual que el cine y la televisión características propias que lo constituyen. El autor sostiene que es preciso conocer el medio concreto en donde se quiere trabajar. En radio, al igual que en los demás medios de comunicación colectiva, no es suficiente con tener un mensaje. “Tenemos que saber cómo decirlo a través de la radio para ser escuchados, atendidos y entendidos”
[1], sostiene Kaplún.
En cualquier medio de comunicación, el mensaje es afectado por las características propias del mismo. Y la radio no es la excepción. Esta influye necesariamente sobre el mensaje, condicionándolo. Por eso, es menester adecuar la comunicación educativa y cultural a la naturaleza y a las características propias de la radio.

2. ¿Cómo explicaría la afirmación que sostiene que, simultáneamente, “la radio es una técnica y un arte”?
Kaplún sostiene que “la radio no es un vehículo, sino un instrumento”
[2]. A través de ella, podemos despertar en el oyente su capacidad imaginativa y creativa. Gracias a la radio, podemos llegar a la audiencia de una manera mucho más profunda, permitiendo que cada una de las personas del público cree su propio universo en torno a nuestro relato. La técnica de este medio es la herramienta fundamental que, al conocerla y manejarla con exactitud, nos permite acceder al arte que significa “hacer radio”.

3. Enuncie y explique sumariamente las ventajas cuantitativas de la radio.
Como ventajas cualitativas de la radio el autor nombra las siguientes:
* La amplia difusión popular: sabemos que la radio como medio de comunicación, es quien ha llegado a todos lados, la radio es popular, las diferentes clases sociales, diferentes edades, todos escuchamos radio, no existe quien no tenga un transmisor de radio en su casa.
* Simultaneidad: Lo que también posee este medio de comunicación, es la ventaja de llegar a muchas personas al mismo tiempo.
* Instantaneidad: Quien se encuentra tras el micrófono radiofónico emite un mensaje que va dirigido a los oyentes de la radio, este mensaje llega a ellos en el mismo instante en el cual se está emitiendo. No existe un agente intermediario para la distribución del mensaje.
* Largo alcance: La emisora radial tiene un gran valor de alcance, la onda media de la radio puede llegar a una gran cantidad de kilómetros cuadrados.
* Bajo costo per cápita: El costo de este medio es el más bajo de todos, esto se puede traducir en una relación costo – beneficio favorable.
* Acceso directo a los hogares de los destinatarios: El mensaje radiofónico llega a nuestras casas, sin necesidad de tener que movernos de ellas. Sólo es cuestión de apretar el botón de encendido del radiotransmisor y eso basta para que nos deslumbremos con algún programa radial.

4. Enuncie y explique mediante ejemplos las limitaciones de la radio.
Las limitaciones de la radio son:
* Unisensorial: La radio solo nos pide que nos valgamos del oído, es el único sentido al cual se encuentra limitada. A diferencia del televisor por ejemplo, que necesitamos el oído, la vista.
La radio al valerse de un solo sentido implica también, que podamos estar haciendo otras cosas, como por ejemplo cocinando y escuchando la radio. Pero, cuando escuchamos radio necesitamos que aquello que nos están diciendo o comentando los locutores sea un poco reiterativo, porque debemos tener en cuenta que estamos mientras escuchamos la radio podemos estar haciendo otras cosas, y que la radio es unisensorial.
*Ausencia de interlocutor: En este medio, no podemos entablar una relación con el interlocutor. Nos encontramos nosotros solos con el aparato radiofónico. Lo único que podemos hacer es imaginar como es la otra persona, aquella que nos habla.
* Fugacidad: El mensaje radiofónico es rápido, fugaz. Lo que nosotros decimos ya fue dicho, escuchado y olvidado. No podemos volver atrás, pero si podemos ser reiterativos, para que aquello que nos interesa que se sepa quede en la memoria de nuestros oyentes. A diferencia de la radio, por ejemplo, los diarios no tienen esa limitación. Por en él sino entendimos o queremos volver atrás podemos hacerlo porque lo tenemos escrito.
*Auditorio Condicionado: “la gente está acostumbrada a oír radio más que a escuchar radio…”
La radio la podemos colocar como una especie de compañía mientras se hacen otras cosas. Es poca la gente que se sienta a escuchar radio. Generalmente la toman como una acompañante, para escuchar algo mientras se encuentran haciendo otra actividad. En cambio, la gente habitualmente no prende la tele para que nos “haga compañía”. Las personas prendemos la tela para mirarla y dedicarle todo nuestro tiempo, cosa que no pasa con la radio.

5. Enuncie y explique mediante ejemplos las posibilidades de la radio mencionadas por Mario Kaplún.
Luego de mencionar las limitaciones de la radio, el autor se dedica a mostrar las posibilidades y recursos de la misma. Así, va a mencionar que este medio es sugestivo. Es decir, el autor va a hablar del poder se sugestión de la radio, como contrapartida a la unisensorialidad mencionada entre las limitaciones. Al no contar, la radio, con imágenes visuales a las que la audiencia pueda recurrir, se recurre a las imágenes auditivas. Estas sirven para alimentar la imaginación del oyente. Es decir, cuando en un mensaje radiofónico el locutor dice: “El olor a tierra mojada anunciaba la llegada de la lluvia”, es inevitable para el oyente recurrir, mentalmente, a ese olor tan característico. O, siguiendo con los ejemplos, si un oyente escucha: “Las cataratas del Iguazú producen, al caer, un sonido similar al rugido de un león”, seguramente tendrá una noción más clara, que si se escucha, simplemente, que se trata de un enorme caudal de agua cayendo. La sugestión, va a decir el autor, es necesaria para atrapar al oyente. “Si su imaginación es movilizada por el programa, atenderá el mensaje, lo retendrá y asimilará aunque le llegue a través de un solo sentido…”
[3]. También menciona el autor que, apelando a los recursos del lenguaje radiofónico, se alivia el peso de la concentración exigida al oyente. Kaplún va a decir que las estructuras sonoras con las que opera el medio, dan cuenta de que la radio no es sólo palabras, sino también sonidos y música. Para ejemplificar esta cuestión podemos decir que, ante una emisión educativa, siempre va a ser más productivo insertar una canción folclórica de un lugar que se está queriendo abordar, antes que incluir cualquier estilo.
Otra de las posibilidades de la radio mencionada por el autor es la comunicación afectiva, ya que el sentido auditivo es el que se encuentra más ligado a las vivencias afectivas del hombre. Kaplún va a decir al respecto que “el oído es el sentido de a comunicación humana por excelencia;(…) el órgano más sensible a la esfera afectiva del ser humano”
[4]. La palabra hablada tiene, además de su característica semántica y conceptual, una carga imaginativa y afectiva. El autor sostiene que para que la comunicación radiofónica sea eficaz es necesario que contenga un ingrediente estético, emocional y afectivo. Es decir, la comunicación radiofónica debe tener un componente afectivo además del conceptual. Un ejemplo de esto podría ser el siguiente: un texto de un manual, por ejemplo, de flora y fauna argentina puede, y debe, presentarse en una forma netamente cognitiva. Pero al trasladarlo al lenguaje radiofónico es menester incluirle aspectos afectivos. Así, cuando leemos la composición de la flora silvestre de una región encontramos un lenguaje casi técnico, pero al trasladarlo a la radio, deberemos agregarle su aspecto más poético. Describir su aroma, la textura de los pétalos, la imagen que brindan en un prado, por ejemplo. Así, el oyente, se hará una imagen mental más exacta de aquello a lo que nos estamos refiriendo.
Otra posibilidad de la radio es la empatía. Esta es, según el autor, la posibilidad de mitigar la limitación antes planteada de unidireccionalidad o ausencia del destinatario. La empatía es la capacidad de ponernos en el lugar del otro, de proyectarnos en él. Según Kaplún, para comunicarnos debemos adquirir la capacidad de anticipar las reacciones y respuestas del auditorio al que estamos enviando nuestro mensaje. De esa forma, podremos visualizar a ese oyente que desconocemos. El locutor debe desarrollar al máximo su empatía para poder sintonizar con el oyente popular. De esta manera, el radioescucha podrá superar la sensación negativa de verticalidad y unidireccionalidad y pasa a sentirse partícipe del programa que está escuchando. Así, por ejemplo, si estamos hablando de una crisis económica, es menester que traslademos el lenguaje técnico a las actividades diarias de nuestros oyentes. No es lo mismo hablar de la caída de la bolsa, el aumento del dólar y la inflación, que del aumento del kilo de papas, o del boleto del colectivo. No por esto debemos dejar de explicar los primeros conceptos, pero si entendemos que, del otro lado del receptor nos escuchan un ama de casa, un obrero y un abogado, entre otros, podremos llegar a todos por igual.
Siguiendo con las posibilidades del medio radiofónico, podemos nombrar la relación de identificación. En este punto, el autor nos va a mencionar que la radio no es oída por los oyentes sólo de forma distraída y superficial. La radio también resulta una compañía para el oyente, “una presencia en su vida con la que él establece relaciones que responden a necesidades culturales y a motivaciones sociológicas hondas”
[5], sostiene Kaplún. La radio comercial sabe atender a las necesidades del público, brindándole respuestas insatisfactorias, como las radionovelas. Pero la radio educativa convencional suele fracasar, sostiene el autor, por ignorar esas necesidades. Así, va a mencionar dos formas de hacer educación por radio. La primera es la que establece de antemano qué es lo que debe aprender el oyente, mientras que la segunda es la que atiende a lo que el público quiere aprender. Kaplún sostiene que el público se identifica con ciertos locutores y artistas, estableciendo con ellos una relación afectiva especial. De esa manera, el público deja de escuchar la radio distraídamente para poner atención en ella. Entra aquí en juego la empatía que mencionábamos arriba. Si el locutor logra alcanzar la capacidad empática necesaria, logrará que el oyente se identifique con él. En el caso de la radio educativa, no es aconsejable abusar de esta capacidad, ya que el fin es que el oyente piense por sí solo y no alienarlo imponiéndole un tipo de pensamiento. Para ejemplificar esta posibilidad radiofónica, podemos imaginarnos un programa de servicios, donde el oyente puede llamar para manifestar una inquietud sobre cualquier problema que lo aqueja en su cotidianeidad para que el locutor le responda. Para ser más específicos, podemos pensar que un oyente necesita saber cuáles son los síntomas del virus del dengue y, tras dejar su mensaje, el locutor le responda acudiendo a un especialista, de ser esto necesario.

6. ¿Cuáles son y en qué se basan los formatos radiofónicos estáticos?
La mayoría de las emisiones educativas radiofónicas poseen un modelo estereotipado y rígido, en el cual normalmente se realiza una charla expositiva de algún tema, que no logra adaptarse a la naturaleza ni a las exigencias específicas del medio. El monólogo, hace que el público se distraiga con facilidad, llevando al fracaso a la emisión. Esa charla expositiva o monologada no permite la sugestión ni la imaginación, tan importante para el discurso radiofónico, por ende la disminución de la posibilidad de introducir imágenes mentales se ve notoriamente reducida. Por otro lado, la música, dice Kaplún, se utiliza normalmente sólo como pausa entre bloques de texto. La comunicación impersonal no permite que entre en juego el mundo afectivo del oyente, acentuándose la unidireccionalidad propia del medio. Con todo esto, es casi imposible que el oyente logre identificarse con el programa o el locutor, por ende es probable que no se sienta parte de lo que está escuchando. La necesaria reiteración de los conceptos abstractos, en los que inevitablemente se cae, hace que la emisión sea pesada. Por último, el autor sostiene que en este modelo de emisiones radiales, el oyente recibe una sola versión de las cosas, sin la posibilidad de obtener distintos puntos de vista. El autor sostiene, luego de lo antes mencionado, que la charla expositiva es “la forma menos radiofónica de comunicación”
[6].

7. ¿Cuáles son y en qué se basan los formatos radiofónicos dinámicos?
Como vamos a explicar, los formatos dinámicos son los que se prefieren a la hora de las emisiones educativas. Según el autor existen formatos que se diferencian de los estáticos y ellos son el diálogo pero sobre todo, el radiodrama o radioteatro.
Especialistas del tema sostienen que el drama radiofónico permite mayor concentración al oyente. “No hay modo mas eficiente de hacer uso de la sugestión del medio radiofónico que la producción de un drama”
[7]
El diálogo resulta ser más atractivo que cualquier discurso, ya que permite al oyente activar su fantasía e inteligencia
Tanto el radiodrama como el radioteatro son opciones meramente didácticas, las que nos permiten hacer uso de la totalidad de los recursos del medio (música, efecto, sonido), haciendo que el mensaje se vuelva mucho más expresivo.
Con estos formatos el mensaje se vuelve cálido, alcanza la esfera emocional y afectiva del que está del otro lado. Podríamos decir que el mensaje se humaniza y así se vuelve cada vez más interesante.
La empatía es una de las ventajas del medio, y es una de las cualidades de este formato. El oyente deja de estar del “otro lado” para sentirse parte de la historia.
Otra cualidad del formato dinámico es la de no obligar al oyente a pensar algo, sino que todo el tiempo sugiere, su mensaje es implícito.
El autor intenta contar cuáles son las cualidades y por qué la eficacia del formato del radioteatro o radiodrama, pero de igual manera no implica que lo postulemos como único formato educativo posible.
Lo que se intenta es dar cuenta que existen formatos y recursos que satisfacen los propósitos educativos y, a la vez, cumple con las exigencia del medio.


[1]KAPLÚN, Mario: “La Naturaleza del Medio”, en Producción de programas de radio. El guión. La realización. Ediciones CIESPAL, Buenos Aires, 1978, pág. 47
[2]Ob. Cit. Pág. 47
[3]Ob. Cit. Pág. 59
[4]Ob. Cit. Pág. 61
[5]Ob. Cit. Pág. 67-68
[6]Ob. Cit. Pág. 75
[7]Ob. Cit. Pág. 76

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