sábado, 7 de noviembre de 2009

Un comentario que intentó ser breve - Ma. Victoria Dávila

Para comenzar esta “evaluación” del programa, quiero mencionar que más que una evaluación propiamente dicha, lo mío va a ser un comentario. Y si aclaro esto es porque no me siento capacitada para “evaluar” el trabajo de mis compañeros y el propio (hago esta aclaración porque mi especialización elegida fue en redacción y no en audio).
Ahora sí, comienzo con el comentario. Creo que, siendo la idea de “Parte del Aire” aprender a hacer radio, haciendo radio, el trabajo realizado fue muy bueno. Considero que todos los que participamos de la producción del programa aprendimos mucho sobre este maravilloso medio. Y aprendimos, sobre todo, a poner en práctica los contenidos aprendidos y aprehendidos durante tantos años de cursado. Creo que fue (y es todavía) una experiencia maravillosa que nos hizo crecer mucho en lo profesional.
En cuanto al equipo de piso del programa, puedo decir que su trabajo fue excelente y, sin dudas, un gran desafío. Ellos fueron los encargados de “darle” forma a las piezas que cada semana llegaban a sus manos. Y, a pesar de algunos inconvenientes (muchos de los cuales no fueron por su responsabilidad), el trabajo fue logrado.
En cuanto a los locutores particularmente, creo que merecen una gran felicitación por la labor llevada a cabo durante el año. Si bien en el primer programa se los pudo escuchar demasiado estructurados (quizás también por el hecho de que el programa fuera grabado), lograron soltarse en el transcurso del año. Le dieron dinamismo al programa y un estilo muy agradable. No voy a hablar del manejo del aire, ni de la fluidez porque, como todos sabemos, ser locutor implica estudiar una carrera en la que una aprende esas cuestiones. Pero hago llegar a través de este comentario mis felicitaciones a Mariana y a Flecha.
En cuanto al grupo de artísticas, creo que no hay mucho para decir. Fue un trabajo cuidado, dinámico, creativo, acorde a las temáticas que se planteaban en cada programa (en el caso de las presentaciones de las piezas o los clips de resúmenes de las mismas). Para ellos también van mis felicitaciones.
En cuanto a las piezas en general, creo que los temas abordados fueron muy buenos. No se dejaron de lado temas de actualidad o de agenda, pero tampoco se evitó indagar sobre aquellos temas que no aparecen en ningún “gran” medio. Creo que pudimos hacer un programa con temáticas más que variadas, que le dieron dinamismo y generaron interés. Respecto a los aspectos técnicos de las mismas puedo decir que, en muchos casos, las diferencias en la calidad (cuando se pasaba de la artística a la pieza) eran demasiado bruscas. Quizás hubiésemos tenido que cuidar eso mucho más. Lo mismo puedo decir de la extensión de las piezas, sobre todo de los informes y las entrevistas, ya que no dejaban espacio a los locutores para debatir, dialogar, discutir o reflexionar sobre los temas. Y en muchos casos se convertían en meros presentadores de piezas comunicacionales. En lo que a mi trabajo (y el de mi grupo) respecta, es decir las efemérides, pensé que iba a ser más sencillo de lo que en realidad fue. En el primer programa (que nos tocó a nosotras salir al aire), tomamos el tema del nacimiento de Eva Duarte. Hago acá una autoevaluación para decir que fue un tanto aburrida la forma de tratar el tema. Pero también considero que, mediante fueron pasando los programas, logramos “darle una vuelta de rosca” a los temas, y le dimos más dinamismo a las piezas (desde gritando un gol y cantando a los gritos, hasta “actuando” otras voces que no eran las nuestras).
Ahora bien, creo que lo que nos faltó a todos (a los 60 y pico que hacemos “Parte del Aire”), fue romper los esquemas, perder el miedo de salir al aire, jugar un poco más. Nos vimos atados a lo “correcto” y perdimos, en muchos casos, la posibilidad de decidir nosotros qué era lo correcto en nuestro programa. También creo que nos faltó más diálogo entre nosotros como grupo. Las clases en las que debatimos acerca de los temas a tratar, la modalidad del programa, las cosas que le modificaríamos, fueron escasas. No recuerdo haber escuchado que alguien le proponga a otro grupo hacer un tema (y en eso me incluyo totalmente), ni que se realicen críticas respetuosas sobre las piezas realizadas y emitidas. Particularmente, con respecto a las efemérides, creo que fueron las únicas piezas que quedaron al margen de todo. En las discusiones planteadas siempre se habló de los informes y las entrevistas (desde su extensión, cómo irían ubicadas en el programa, si eran en vivo o no, hasta la calidad técnica de las mismas). Me hubiese gustado escuchar, no sólo de mis compañeros, sino también de la cátedra, alguna reflexión sobre nuestras piezas.
Otro tema que no puedo dejar de mencionar en profundidad, aunque ya lo hice en lo general, es el tema de la duración del programa y las piezas. Una de dos, o el programa es muy corto o las piezas muy largas, pero creo que así (en más de una emisión) se convirtió en un “corte y pegue” de piezas y artísticas. Considero que la cátedra debería pensar (para el año próximo) en la posibilidad de hacer un programa más largo o no incluir tantas piezas en sólo 60 minutos.

En cuanto a si “Parte del Aire” encuadra en la programación de Radio Cualquiera considero que si. Desde el punto de vista de que estamos hablando de un medio que carece de línea editorial (o que su línea editorial es no tener ninguna) y en el que sus programas cuentan todos con producción propia, me parece que no podemos calificar si encuadra nuestro programa o no. En realidad, considero que cualquier programa podría “encajar” en la programación de esta radio. Y eso es muy bueno, ya que es uno de los pocos medios que permiten que uno realmente haga su trabajo de la forma más libre e independiente posible. Considero que todos los medios de comunicación deberían tener más de Radio Cualquiera que de Grupo Clarín. Pero eso es una utopía de la que hablaremos en otra oportunidad.

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